La escucha selectiva

Escuchamos y entendemos, lo que queremos

Como ya hemos venido platicando, la escucha efectiva es un proceso muy difícil de manejar, pero ¿Por qué?

Porque siempre estamos distraídos, pensando en mil cosas, escuchando únicamente lo que nos interesa o conviene. Parece que las palabras vuelan alrededor de nuestra cabeza y atrapamos únicamente las que nos interesan. ¿Cuántas veces hemos tenido discusiones por mal interpretar un mensaje?

Hace algunas semanas, yo estaba muy molesta con alguien. Después de intercambiar varios mensajes de texto, recibí un audio. Aún aturdida por la emoción, lo escuché y respondí de acuerdo a lo que había comprendido. Horas después, más calmada, lo escuché de nuevo y ¡Oh sorpresa! la interpretación del mensaje era completamente distinta a la primera vez. Afortunadamente mi respuesta había sido bastante prudente, de no haberlo hecho de esa manera, seguro me habría metido en un ¡¡¡GRAN PROBLEMA!!!

Por eso, hoy te invito a que tomes las cosas con calma, que aprendas a escuchar a quien te habla, que dejes de lado tus preocupaciones y pensamientos, especialmente cuando alguien te comparta algo importante o urgente. Recuerda que la razón de tener dos oídos y una boca, es para que escuchemos el doble de lo hablamos.

Saber escuchar, es una muestra de sabiduría, empatía y consideración a los demás, una facultad que nos convertirá en seres únicos y confiables. Pongámosla en práctica ¡CADA DIA!


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